
- Diciembre 7, 2022
- Silvia Montiel N.
- Misceláneos
¿Qué le pasa al cuerpo cuando pensamos?
El ser humano ha llegado al punto de su evolución a limitarse y actuar a través de una mentalidad impulsiva, regida por la intuición y en ese automatismo donde abundan los sesgos, prejuicios y errores.
Los pensamientos son la chispa capaz de encender emociones variadas como curiosidades, entendimientos, alegrías, tristezas, etc. El estrés es también esa dimensión orquestada por esa madeja mental.
En ocasiones descuidamos el efecto que tiene en nuestro organismo cada cosa que pasa por nuestra mente.
Resulta asombroso como esta súper máquina hiperactiva llamada cerebro, es capaz de mediar en nuestros estados de bienestar y calma como también de incomodidad y sufrimiento si no sabemos mantener un equilibrio de todo lo que pasa por nuestros pensamientos.
Cada cosa que creas en tu mente tiene poder y puede transformar tu realidad y determina nuestros equilibrios físicos. Recordemos que el cuerpo jamás está ajeno a lo que pasa por nuestra mente. Todo lo que fabricamos mentalmente durante cinco o diez segundos nos influirá de alguna forma: preocupación, evocar un recuerdo y/o una emoción, serán flujos mentales que moldean y nos condicionan.
Cada vez que activamos pensamientos, consumimos energía, por eso se dice que pensar mucho tiene un alto impacto sobre el cuerpo. Pensar en exceso y hacerlo de manera crónica eleva el estrés y la ansiedad, es por ello que la salud se ve afectada poco a poco.
Se dice también que ocurre una parálisis del análisis, quiere decir que mientras mas piensas en una cosa y das vueltas a la misma, menos actúas y el nivel de cortisol se eleva (Hormona que se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre) dando paso al estrés, agotamiento físico y bloqueo mental, quedando atrapados en un bucle de preocupación constante y la inmovilidad.
Hay estudios que señalan que un pensamiento actúa como una onda eléctrica, chispazo mental, generando cambios en el cerebro y orquestar algún tipo de respuesta. Estos elementos que son parte de la anatomía de un pensamiento pueden cambiar lo que pasa en el cuerpo. Cómo? Amoldando emociones, expeliendo hormonas, modificando nuestros comportamientos que en ocasiones influyen en nuestra salud.
Procuremos que cada cosa que pase por nuestra mente sea saludable, productivo y reflexivo.
“Por eso piensa despacio y vivirás mejor.