
- Diciembre 29, 2022
- Silvia Montiel N.
- Economía, Marketing, Tecnología, Web & Diseño
Neuromarketing para el 2023
Claramente la crisis del coronavirus ha resuelto cambiar la forma que operan las empresas hoy en día, siendo muchas las compañías que seguirán operando de forma remota durante gran parte del próximo año.
Las plataformas de inteligencia artificial están implementando la manera en que los clientes se adaptan a esta nueva realidad.
Las herramientas que se disponen para ayudar a las empresas se imponen frente éstas e impulsa a las organizaciones, antes rezagadas, por no sostener el negocio bajo canales digitales, a fomentar sus relaciones, comprendiendo la urgencia de la actual situación, familiarizándose en tiempo récord con nuevos conceptos de análisis con el fin de una personalización.
Será cada vez más persistente la utilización de herramientas de autoservicio para las compañías en la medida que las medianas y pequeñas empresas logren establecer una ventaja competitiva.
Otro sector de crecimiento en relacion a todos estos avances será la tecnología de reconocimiento facial implementada por algoritmos de visión de computadoras.
El cerebro presta más atención a lo sorprendente y lo guarda mejor en la memoria.
Lo más probable es que no recordemos la ultima pausa publicitaria que hemos visto en tv lineal, no es raro que nuestra atención se haya ido a otra cosa de un modo inconsciente.
Por poner un ejemplo, un anuncio de tv, que es más de lo mismo, no tiene sorpresas, entonces no tiene como efecto llamativo a nuestra atención “la novedad” justamente por caer en una cierta cadena de anuncios tradicionales sin alternar en su contenido.
La neurociencia estudia el comportamiento del cerebro frente a la monotonía y a la sorpresa, comprendiendo que justamente lo que discontinua a una marca con sus clientes, es exactamente la monotonía, provocando que sus productos se difuminen.
El cerebro gestiona de una forma distinta cuando un anuncio, acontecer, etc. es predecible asumiendo que éste (el cerebro) escanea de manera permanente todo lo que ocurre a su alrededor, detectando enseguida cualquier acontecimiento que salga de la norma, de modo que reacciona a través de impulsos sensoriales frente a lo que no espera y lo que no es habitual.
Por ello no se suele ver lo que estamos acostumbrados a mirar habitualmente pero sí a aquello que salga de nuestra “normalidad” habitual.