
- Diciembre 16, 2022
- Silvia Montiel N.
- Economía, Marketing, Tecnología
Entrevista de inteligencia emocional para líderes
El camino para conducir una satisfactoria competencia emocional en nuestros líderes están representadas por las entrevistas.
Mediante estas pruebas, podremos valorar e incentivar la capacidad para enlazar con las emociones, determinar problemas, armar equipos conformes y amables de trabajo, etc.
Una entrevista de inteligencia emocional para cabecillas, jefes o líder/es, nos explica una efectividad: nos situamos ante una contienda sustancial en toda organización.
No podemos ordenar a los colaboradores o grupos de trabajo si nuestros jefes, gerentes o directivos no la realizan con validez y maestría. Para esto, es sugerente contar con ciertas herramientas con las que podemos estimar esta habilidad.
Daniel Goleman, en su último libro “Cómo ser un líder”, nos apunta a que, en promedio, cuando algún colaborador sube a una función de responsabilidad se le confía ejercitar esa colección de estrategias y/o tácticas que constituye la inteligencia emocional. En cambio, la realidad obedece a otra muy diferente.
La suficiencia para usar, captar y unir con las emociones propias y ajenas es nuestra cuenta pendiente.
La capacidad para saber anunciar, asimilar la posición de quien está en frente o regula los estados internos para aliviar o restablecer la convivencia y alcanzar acuerdos, son pilares que aún no se han puesto del todo en nuestros sitios de trabajo. Sin embargo, se está trabajando en ello.
Son diversos los dirigentes y psicólogos en las organizaciones empeñados en esa variación.
Sabemos que un buen provecho, gestión organizacional, actualización y un progreso en toda empresa, depende de esta contienda que es la Inteligencia emocional.
Las dimensiones que conforman la inteligencia emocional en un buen líder
El modelo de Dollar
El Dr Dollar subraya la obligación de conservar un criterio cierto en el pacto con los demás. Primero que, como jefe/a, la persona este apta en certificar y no de invalidar. De despertares posibles y no de limitarlos.
Se trata de determinar, sostener, amparar y otorgar autoconfianza. El buen líder alimenta y energiza para que su estructura sea apta de desafiar, de distribuir sinergias para progresar siempre siendo un mismo componente, imaginando un mismo proyecto.
Igualmente, un punto de vista que debe apreciarse en una entrevista de inteligencia emocional para líderes, es su cabida y/o facultad para conseguir que las discrepancias confluyan en acuerdos. Es sustancial que cada concepto, parecer y perspectiva sea tenida en cuenta, pero desviada a su vez hacia una finalidad común donde todos se sientan identificados. Por su puesto no es tarea sencilla.
Se requiere por esta razón, de pluralización de destrezas para ser eficiente en esta materia. No es suficiente con leernos un libro o hacer una maestría.
La inteligencia emocional hace buenos a los líderes porque se empapa en su actitud, en su manera de instruir, de determinar dificultades y de cohabitar en la propia organización.
- El modelo de Goleman
- Conciencia emocional. Ser apto en abarcar su efectividad interna y gestionarla.
- Autoconfianza. Confianza con los propios talentos para desafiar retos, amenazas, etc. con el fin de fortalecer al grupo.
- La tercera extensión es la autogestión. Dentro de esta dimensión se forma la firmeza, autocontrol, la flexibilidad, la decisión y la facultad de logro.
Por último y no menos importante, está la comprensión (conciencia social). Es aquí donde se encuentra la empatía, la capacidad de inspirar, sugerir, iluminar y de organizar para establecer un clima emocional conveniente para que los colaboradores den lo mejor de sí en felicidad, esperanza e interés.